Uno de mis planes B cuando se me acababan los recursos solía ser tirar de ropa. Comprar cualquier camiseta básica con algún dibujo o frase estándar en alguna tienda que sabía que a esa persona le gustaba y a correr. Lógicamente, asumiendo el riesgo de que: a) ya tuviera esa camiseta b) la tuviera cualquier persona de su entorno (es lo que pasa con las grandes marcas) c) no le gustase.
Hasta que me planteé esa idea (que no es mala) y le dí la vuelta. Por el mismo precio podía regalar la misma idea pero con mucha más originalidad. Camisetas con mensajes originales y divertidos válidas para cualquier persona, cualquier edad y cualquier celebración.
La idea triunfó a tal nivel, que dejó de ser un plan B para ser un plan A.
Mis recomendaciones:
- Piensa en la persona a quién vas a hacerle el regalo. Según qué mensaje traslade nuestra camiseta, quizá no le guste a tu destinatario así que busca frases divertidas que eviten ciertos temas como por ejemplo, temas políticos.
- Las camisetas con frases permiten todo tipo de colores pero si tu destinatario no suele llevar colores cantones no te la juegues. El blanco y el negro son la clave.
- No renuncies a esta idea por no saber la talla del destinatario. Más o menos sabrás cómo es esa persona físicamente así que ante la duda, optar por pasarte de grande que no de pequeño.
Si aún así sigues teniendo dudas, ponte en contacto con el vendedor para saber si tallan grande o pequeñas sus camisetas. Lo bueno de elegir marcas sin grandísimas producciones es que son súper cercanas y la atención al cliente es rápida y resolutiva.