Hay veces que no es necesario complicarse en exceso a la hora de hacer un regalo. Este es el caso de la idea de hoy: desayuno sorpresa. Es un regalo muy versátil ya que permite sorprender al destinatario sea cual sea la fecha que estamos celebrando.
En mi caso, siempre lo he recomendado para fechas importantes cómo pueden ser por ejemplo el aniversario de una boda o incluso desearle buena suerte a alguien que tiene un examen importante ese día.
Tenemos varias opciones para llevarlo a cabo dependiendo básicamente del tiempo del que dispongas y de tu creatividad.
- Crea tu propia caja (con tiempo):
- Hazte un listado de las cosas que le gustan a tu destinatario (magdalenas, croissants, pan, embutido, fruta…).
- No te olvides de acompañarlo de un buen zumo, café y/o infusión.
- Cuando vayas a comprar todas las cosas, acuérdate de buscar también una cajita o cesta que sean bonitas para meterlo todo.
- Plan “me ha pillado el toro” ¿No te acordabas de ese día? ¿No lo tenías claro hasta el último momento? ¿Tienes menos creatividad que la señora que restauró el Ecce Homo de Borja? Bueno, no pasa nada.
- Prepáralo con tiempo. Aunque ésta opción es válida para cuando te ha pillado el toro, cuenta que cómo mínimo, tu pedido tendrá que hacerse 48h antes para que dé tiempo a prepararlo y enviarlo.
- Gustos de nuestro destinatario. Cada persona somos un mundo y hay a quién le gusta desayunar con dulce y a quién le encanta lo salado por la mañana. Intenta buscar alguna cajita o cesta que vaya acorde con los gustos de nuestro destinatario.
- Personalízalo. Puedes darle un toque aún más personal y añadir alguna taza o complemento para que además de disfrutar comiendo su desayuno, luego siga acordándose de tu bonito detalle.
Os recomiendo que aviseis al destinatario de que va a llegarle algo. Obviamente no hace falta que le digáis el qué pero sí que esté al tanto. Piensa que el regalo va a llegar a través de una empresa de mensajería así que si no está en la dirección indicada, puede quedarse sin su regalo.*