No tengo hijos pero si sobrinos, muchos… Cumpleaños, Navidades, bautizos, comuniones… mis ideas van menguando con cada nuevo acontecimiento así que por suerte, cuento en mis filas con una enfermera pediátrica y una maestra infantil que me dan unas ideas chulísimas.
No sé si a vosotros también os pasaba pero de pequeña, algunas veces me hacían regalos que pensaba… ¡pues vaya…! Por ejemplo con la ropa. Evidentemente, mis padres estarían super agradecidos pero no era algo “disfrutable”. Por eso, decidí que cuando hiciera un regalo para un peque, sería un regalo divertido y jugable (o al menos lo intentaría).
Gracias a mis consejeras, descubrí el método educativo Montessori e intento que todos los juguetes o juegos que regalo, sigan esa línea.
*Si no sabes lo que es el método Montessori te recomiendo que eches un ojo a esta web
Algunas recomendaciones para elegir vuestro juego:
- Juegos que ayuden a desarrollar la motricidad fina. Algunos ejemplos de actividades que aumentan el control de la motricidad fina son: rasgar, cortar con tijeras, pintar, apilar objetos, colorear, sostener un lápiz, escribir, dibujar líneas, insertar, golpear, doblar la ropa, abrochar botones, atar cordones o cerrar una cremallera.
- Juegos para la hora del baño. El momento del baño es ideal para continuar con los materiales de aprendizaje. Cambios de temperatura y peso, disoluciones… (aunque esas palabras para ellos sean palabrotas raras).
- Juego simbólico. Proporcionan a los peques juegos desestructurados e imaginativos necesarios para el desarrollo de la creatividad y la resolución de conflictos por ellos mismos o a través del trabajo en equipo. Por ejemplo, circuitos de trenes o coches, casitas de muñecas, réplicas de personas y animales…
- Instrumentos musicales. Reconocer melodías, un ritmo concreto, notas graves o agudas, cantar, llevar el compás…
- Construcciones. Todo aquel juego que sirva para construir reforzando la visión espacial y el descubrimiento de las leyes físicas, pero también la intuición y la agilidad mental.