Creo que una de las preguntas más habituales entre los amantes de los animales suele ser: ¿Perro o gato? Seguro que coincidirás conmigo en que, elijas lo que elijas, ambas respuestas son correctas. Y es que para mí, el hecho de que cualquier persona, tenga animales o no, sienta respeto y se porte bien con ellos ya me parece más que suficiente (y si tiene animalitos pues mejor que mejor).
En mi caso soy de esas que ni perros, ni gatos. A mi me gustan TODOS los animales. Yo si pudiera, tendría en mi casa hasta jirafas. Me vuelven loca. La suerte que tengo es que a mi pareja, le vuelven igual de loco que a mi. Cuando nos encontramos algún perrete o gatete por la calle no podemos evitar acariciarlos y jugar con ellos un buen rato.
Cómo ya os traje en su día un regalito para vuestros perritos, me veía en la obligación de contaros uno de los regalos que más ha triunfado en casa de mis padres con su gato Felis. Si, Felis con s. El regalo fue un parque de pared y no os podéis imaginar cuánto lo usa.
Mis recomendaciones:
- Ten en cuenta el tamaño. Estos artículos pueden llegar a ser bastante grandes así que evalúa el espacio del que dispone el hogar de nuestro destinatario gatuno para asegurarte de que va a caber lo que compres.
- La edad. Piensa en las condiciones físicas del gato, si está mayor, igual disfruta más con un parque tipo árbol.
- Materiales. Es muy importante que los materiales con los que está hecho nuestro parque de pared sean resistentes ya que van a tener que soportar bastante peso. Os recomiendo que optéis por la madera que además de ser resistente, se mimetiza muy bien en cualquier estancia sin desentonar.