El regalo de hoy está dentro de mis “regalossalvavidas”. Esos regalos que te salvan cuando no conoces lo suficiente a alguien cómo para dar en la diana pero te permiten quedar de 10 porque es imposible que no gusten. Válidos para un compañero, para un noviete que aún no sabe que vas a ser el amor de su vida o sencillamente para agradecer a alguien por estar y existir.
Un regalo que además de bonito, es útil: una taza.
Vale, ya sé que no he descubierto nada nuevo. Regalar una taza es un clásico. Por eso, me gustaría dedicar este espacio para resaltar aquellas marcas que nos ofrecen, dentro de “lo común” del regalo, algo diferente y original.
Algunos consejos útiles para utilizar esta idea:
- Tamaño. En función de la bebida, deberás elegir un tamaño u otro. Si conoces a la persona, piensa sobre todo en que suele tomar más:
- Infusiones/tés/cafés con leche (como digo yo, tipo capazo): necesitará una taza grande, en torno a unos 300 ml.
- Cortados, capuchinos: taza mediana, en torno a unos 150-200 ml.
- Solos: taza pequeña, 60ml. (Si no lo sabes, te recomiendo que cojas la grande ya que podrá adaptarla a cualquier formato)
- ¿Apta para el lavavajillas? No todas las tazas de café o té se pueden meter en el lavavajillas (especialmente si se usan programas intensivos) así que lee con detenimiento la etiqueta del producto: cómo limpiar la taza, si se puede meter en el lavavajillas y la temperatura máxima que aguanta.
- ¿Color? Aunque tradicionalmente las tazas de café siempre han sido blancas no existe ningún motivo para no dejar volar nuestra creatividad y buscar colores que sean diferentes. Piensa en los gustos de tu destinatario y si no los sabes, ¡sorpréndelo! Puedes jugar también con el material de tu taza.