Reconozco que cuando me invitan a una boda, suelo preferir siempre regalar dinero ya que creo que es lo más cómodo para los novios. No obstante, siempre me encuentro en la tesitura de que, como sabes, mi gran afición es currarme mogollón los regalos y claro, de esa forma es cómo que no puedo lucirme cómo me gustaría..
Por esa misma razón, empecé a combinar el dinero con un regalito súper original.
La idea: vajilla personalizada.
No solamente es un regalo súper original y divertido para una boda si no que además, sigue un poco con la tradición de la que ya hablamos en este otro post, de regalar parte del ajuar a los novios.
Lo cierto es que desde que descubrí ésta opción la he utilizado para bodas, para bautizos y para comuniones (si, un regalo BBC total…). Simplemente tendrá que adaptarse a cada destinatario.
Mis recomendaciones:
- Busca vajillas adaptadas a los destinatarios. Si el regalo es para una boda, no importa que las tazas sean de litro. Sin embargo, si es para un niño, mejor no pasarse… no es necesario que el niño chapotee dentro del Cola Cao cada mañana…
- La gracia de que podamos personalizar nuestra vajilla es que la hagamos original y divertida pensando concretamente en nuestro destinatario. Eso no significa que no tenga que ser bonita. Si el regalo es para unos novios, puedes elegir combinaciones con colores blancos o negros. En cambio, si el regalo es para los más peques, un fondo blanco con los dibujos o letras en diferentes colores puede quedar súper guay.
- Elige dónde quieres que vaya la parte personalizada. Puedes incluir en la parte de abajo de los artículos los nombres de los protagonistas y las fechas del evento o puedes poner el nombre del destinatario en una parte muy visible de la vajilla.
- Aunque este tipo de productos con el paso del tiempo se acaban deteriorando, es importante saber si se pueden meter en lavavajillas y microondas.