Existe una falsa creencia de que los «vales» o «cheques» por algo son regalos poco pensados o simples. Os puedo asegurar, que algunos de los regalos que más he disfrutado son estos. Algún día me explayaré más acerca de este tema y de la diversidad de opciones que engloba esta alternativa, pero hoy me voy a centrar en el sector del bienestar.
Realmente, haciendo repaso mental a la cantidad de veces que he recurrido a esta opción podría asegurar que está en el TOP FIVE.
Es un regalo que se puede adaptar al presupuesto que tengamos, a la edad del destinatario e incluso a los gustos de este.
Me explicaré poniendo ejemplos.
Si lo que quieres es hacer un regalo a alguien especial, puedes optar por una sesión de masaje en pareja, ya sea relajante o descontracturante. Eso sí, si eliges descontracturante, piensa que al día siguiente vais a estar los dos igual que si os hubieran dado una paliza… (por si tenías más planes después…). También puedes elegir el tipo de masaje que le gustaría a esa persona y que vaya a disfrutarlo sol@.
Si en tu caso, quieres hacer un regalo a esa persona tan presumid@ puedes regalarle una sesión de maquillaje, peluquería o manicura/pedicura, ¡también lo disfrutará un montón!
Otra alternativa, que he utilizado muchísimo en regalos para bodas, es una sesión de spa. Si buscáis por vuestra ciudad, encontraréis sitios realmente ESPECTACULARES, de verdad. Además, podéis juntaros unos cuantos, para complementarlo con alguna experiencia tipo tratamiento con chocolates, baños con vino… Hay decenas de opciones distintas.
Mis recomendaciones de cara a elegir el mejor sitio:
1. Elijas la opción que elijas, la persona agradecerá que esté cerca de su casa así que busca algo cercano. Una vez me regalaron una sesión de spa en el centro de Barcelona que el aparcamiento me costó más caro que el vale que me habían regalado.
2. Desplázate o llama al sitio directamente para adquirir o pactar lo que vas a regalar. Para mi graduación me regalaron un bono de maquillaje con peluquería en una peluquería. Al ser una sorpresa, no iba preparada (no me había hecho el bigote…) y me cobraron un suplemento de 4 euros por darme un tironcito con cera… El bono había costado 150 euros…
3. Huye de las páginas web dónde por un precio más reducido de lo normal, puedes comprar un bono a disfrutar en «X» tiempo en un sitio concreto. Una vez adquirí un bono mediante una oferta que no pude utilizar porque siempre que llamaba para pedir hora estaba todo reservado (aunque lo hiciera con dos meses de antelación…).
4. Si no conoces el sitio, infórmate bien. Hoy en día lo tenemos fácil con Google reseñas. A todos nos gusta que cualquier tratamiento que nos den sea con la máxima profesionalidad posible… a veces lo barato sale caro….